Purmamarca

Llegamos en bici y colectivo al cerro de los siete colores

Empezamos el día con algo divertido. Uno de los pulpos que atan la mochila quiso enredarse en la corona de piñones y por poco nos quedamos sin cambio. Al final lo salvamos. Otra bici volvía a aparecer pinchada, aunque perdía poco aire así que la hinchamos y a seguir, rumbo a San Salvador de Jujuy.

El camino hasta la capital de la provincia ya no es tan bonita como hasta El Carmen. Mucho tráfico, trozos con obras y la entrada a Jujuy bastante desalentadora. Tampoco teníamos alojamiento en Jujuy de modo que fuimos directos a la terminal de buses y allí decidir si ir hasta Humahuaca o Purmamarca. Nos reencontramos con dos mochileros de Cafayate, Valeria y Fer, que iban para Purmamarca y sin quererlo en el mismo bus que nosotros. Fue una suerte porque nos dijeron el camping más barato del pueblo (50 pesos), “Lo de Billy’s” y pasamos la noche con ellos.

Yendo en bus hasta Purmamarca nos ahorrábamos un desnivel de unos 1000 metros con curvas de herradura que parecían muy duras. Llegamos casi de noche y aprovechamos el día siguiente para visitar el pueblo que tiene como atractivo principal el Cerro de los Siete Colores. También nos llamó la atención un algarrobo de 700 años junto a la iglesia, que cuenta la leyenda que a su sombra descansaron las tropas de Belgrano. Había también una feria de artesanías a lo largo de la plaza y probamos las tortillas rellenas de queso, cebolla, albahaca y otra de queso y jamón cocido.

Algarrobo con más de 700 años
Plaza de Humahuaca rodeada de artesanía
Cerro de los Siete Colores
Cerro de los Siete Colores
2 junio, 2017