Laranjeiras do Sul
Pese al nombre no había muchos naranjos (laranjeiros) en el pueblo
Tras enseñar a William lo buena que está una tortilla, comenzamos a pedalear a las casi tres de la tarde, algo ideal en Brasil y en verano. Teníamos solo 32 km por delante pero un desnivel de más de 500 metros, nada mal.
Al llegar a Laranjeiras la couchsurfing que nos debía recibir no lo hizo, así que fuimos a los bomberos. Por un problema con otro cicloviajante no nos dieron permiso para dormir en el cuartel. Íbamos a dormir al lado de los bomberos, cuando llegó Neusa, la mujer del cabo Gilberto y ambos nos invitaron a pasar la noche en su casa con su familia. Allí dormimos con Neusa y sus dos hijas, Maria y Gabriela, dos soles.
vaya dia complicado. menos mal que hay familias tan encantadoras como l de cabo de bomberos . Un abrazo fuerte2
gracias a Neusa,Gilberto, Maria y Gabriela por haberos acogido en su casa.Un fuerte abrazo.