San Juan Bautista
Seguimos en territorio de Misiones bajo el calor otoñal paraguayo
Retomamos la ruta uno que comunica Asunción con Encarnación, una ruta con poco tráfico pero que tiene otros peligros. Uno de ellos es que hay tramos donde el arcén está muy mal o no hay y otro factor es que se deja pastar animales cerca de la carretera y eso ocasiona bastantes accidentes. Nos encontramos con un caballo atropellado pero las vacas son aún más peligrosas porque no se apartan. También es normal ver motos circulando por el arcén, incluso en sentido contrario, llevando 3 o 4 personas y sin casco la mayoría.
Ese día pedaleamos por tierra de misiones jesuitas como San Ignacio. Es también un lugar donde fueron a vivir la rama más ortodoxa de los menonitas, los amish, y tuvimos la oportunidad de verlos circular en sus carros.
En San Ignacio intentamos hacer autostop sin éxito y esperamos hasta tarde para pedalear porque hacía un calor muy sofocante. Salimos ya un poco tarde pero San Juan Bautista, nuestro destino no estaba lejos. No contábamos con pinchar y que fuera tan difícil volver a montar la rueda trasera. Tardamos tanto que pese a pedalear rápido se nos hizo de noche y paramos en una casa a unos 3 km de San Juan. Las luces y la televisión estaban abiertas pero no había nadie en casa. Esperamos un rato, ya de noche cerrada y nada hasta que paramos una furgoneta y Mario, el conductor, nos llevó hasta el cuerpo de bomberos voluntarios de San Juan Bautista. Nos aceptaron sin problemas y dormimos mucho y bien.