Rancho Ibiza

Una casa auto-construída por Hugo y Fátima en el departamento de Cordillera en Paraguay

Ese día no íbamos a ir en bicicleta porque Hugo (warmshower) se ofreció a venirnos a buscar en furgoneta hasta su casa, a unos 400 metros de altitud, una anomalía en Paraguay característica del departamento de Cordillera. La subida hasta su casa es por una sierra donde el agua fluye y la vegetación es densa. Un lugar muy lindo.

Hugo (uruguayo) y su compañera Fátima (paraguaya) viven en una casa que se están construyendo ellos mismos desde cero en una zona conocida como Jardines Chololo. Ellos la han bautizado como Rancho Ibiza, porque fue en Ibiza donde se conocieron y experimentaron momentos vitales interesantes. Hugo es albañil, herrero, carpintero y mil cosas más, además de cicloviajero. Fátima es locutora de radio y dejó su anterior vida de funcionaria mucho más cómoda pero que no la satisfacía para irse hasta España con su hija para trabajar en casas particulares. Nos recibieron con comidas muy buenas, además de enseñarnos una nueva receta, la chipa guasú que podéis ver aquí.

Una de las avenidas que pasa frente al Rancho Ibiza, la Avenida de las Naranjas. La otra es la Avenida 2 de Junio (fecha del aniversario de Hugo)

Son autosuficientes en cuanto al agua, pues recogen la de la lluvia e intentaron también hacer lo mismo con la electricidad, una tarea que queda pendiente si consigue armar un molino eólico. Todo eso lo construyen ellos mismos. Además Hugo está haciendo una casita en el árbol toda ella con maderas y cuerda trenzada de los árboles que crecen en su rancho, donde también tienen huerta y aprendimos que las piñas crecen bajo tierra como los cacahuetes.

Plantamos árboles y aprendimos un poco de guaraní pero es muy difícil. Como dice Fátima el guaraní no es para cualquiera y no se estudia hay que aprenderlo y memorizarlo. Aun así, poca gente habla ya el guaraní oficial y se habla una mezcla con palabras españolas que se llama jopará

 

Ananás
A plantar palmeras

Hugo nos dio el portaalforjas delantero de su bicicleta. Para ello tuvo que soldar, cortar con una radial y taladrar para poder acoplarlo a nuestras bicis. Ahora ya podemos llevar el peso más compensado.

Nuestro primer portaalforjas delantero. Resistente e impermeable

Hemos estado dos días con ellos y tal vez volvamos a trabajar en su rancho por unos días o a visitarlos al menos para seguir aprendiendo los nombres en guaraní de la flora que rodea su casa y mejorar en el “truco” argentino y uruguayo, un juego de cartas muy entretenido.

Comiendo chipa guasu con Hugo y Fátima
1 abril, 2017