Playa de Juréia

Y por fin se acabaron las subidas

Descansar mal no es un buen compañero para andar en bicicleta. Aún así intentamos ir de Meresias hasta Bertioga pero las piernas dijeron basta en Juréia. Tras afrontar las rampas iniciales de la salida de Meresias, que hicieron que en dos horas hubiéramos hecho solo 10 km. Tan duras eran las subidas que hasta intentamos que Danilo, el bombero de Ubatuba, nos llevara las bicis de autostop.

De modo que renunciamos a los 70 km, y comimos en un restaurante para romper con la tradición de pan con atún y lentejas. Con la pereza de la comida hicimos otros 12 km, llegando a los 500 desde que empezamos en Río y, dormimos en la playa de Juréia. Una playa dentro de la mata atlántica, muy amenazada y que cuenta con sus propias lagunas de aguas negras.

Montamos la tienda y dormimos, sin insectos, como reyes en una playa para nosotros solos.

31 enero, 2017