Pampa del Infierno

Tras cuatro días en Las Breñas le decimos adiós y entramos en una zona de nombres que reflejan la dureza del clima

Nos despedimos de Las Breñas y volvemos a la carretera. Íbamos hasta el camping municipal de Pampa del Infierno, unos 107 km, en los que deshacimos parte de los km hechos por la ruta 89, sin banquina y con tráfico. Así hasta el empalme con la 16 que nos llevaba hasta nuestro destino. Por el camino de la 89 volvimos a toparnos con los camiones repletos de soja, que se encuentra en plena época de cosecha, y algodón.

Encontramos esta amiga bien gordita por la 89

Como que salimos tarde el día dio paso a la noche y pedaleamos los últimos 15 km a la luz de la luna y las estrellas, una experiencia muy agradable. Además de llevar buenas luces, la ruta 16 por esa zona tiene poco tráfico y tiene amplio arcén con lo que no había peligro alguno. Además, la temperatura era óptima para pedalear.

Llegamos a Pampa del Infierno de noche y pasamos la noche al lado de un puesto de gasolina de 24 h, que además de sitio para acampar nos ofrecía baño, electricidad y wifi. Ni buscamos el camping y a la maña siguiente al despertar descubrimos que estaba al lado de donde acampamos.

4 mayo, 2017