Jardín América

Una pedalada más corta

Nuestras piernas ya nos comenzaban a pedir un poco de descanso, pues el Alto Paraná argentino tiene idéntico relieve que el estado de Paraná brasileño. De modo que hicimos 40 km donde lo más destacado fue ver un armadillo muerto.

Llegamos a la una del mediodía, más pronto de lo que es habitual. Nos recibió Tato (couchsurfing) un auténtico embajador de personas que al llegar tenía otra pareja de francosuizos mochileros. Descansamos dos días en su casa en los que a pesar que había varios saltos de agua lindos de ver, nos atrincheramos en casa. El jardín estaba lleno de cítricos, aguacates, mangos y otras especies.

Plantación de Pinus elliottii

A la noche conocimos a sus padres y hermanos. Sus padres, se volvieron al vegetariansimo y al ecologismo hace unos años. Intentan llevar una vida cuyo impacto ambiental sea el mínimo. Cultivan su propia mandioca tienen muchos frutales y son apicultores. En cuanto a las abejas nos contó como muchas se murieron porque sus vecinos talaron gran parte del bosque original cerca de su casa. Entre otros árboles se cortó la araucaria y lo más triste es que esa madera se quemó directamente. En su lugar se planta una especie de pino (Pinus elliottii) creando lo que él llamó “desiertos verdes”.

Nos habló también de un árbol, la obeña de origen asiático, que es un excelente recuperador de fauna, da un fruto comestible y una flor muy buena para las abejas

Obeña

También probamos el mate y el tereré (que se toma frío). Tanto en Argentina como Paraguay, Uruguay y el sur de Brasil se toma mate, aunque en el sur brasileño se le llama chimarrão.

Varias referência al mate. Encima estatua en homenaje al vaso del mate en Argentina. abajo a la izquierda una ciudad brasileña de nombre Matelandia y abajo a la derecha el nombre de una  empresa que vende hierba-mate en Paraguai
20 marzo, 2017