El Galpón

Nuestra primera experiencia en un polideportivo

Nuestra rutina de ruta llana por la ruta 16 tocaba a su fin. Poco a poco nos vamos acercando a la cordillera andina y al fondo ya divisamos algunas montañas de la cordillera andina. La ruta, poco a poco, comienza a tener sube y bajas, así como falsos llanos que pican ligeramente hacia arriba. Aún pasamos por bastantes campos de soja y cerca de uno de ellos nos reencontramos con nuestro viejo amigo el pinchazo. Por dos veces tuvimos que arreglar dos pinchazos mientras los mosquitos nos devoraban las piernas y una mujer nos daba un poco de agua.

En medio de los campos de esta soja de Monsanto viven casas, con riesgo de ser también fumigadas con el famoso Round Up

Por culpa de los pinchazos y que habíamos salido tarde de los bomberos, ya no llegamos a la hora de comer como teníamos pensado. De modo que llegamos a un pueblo salteño donde hicimos unos bocadillos de queso y devoramos unas pepas, unas galletas de membrillo. Tras el bocadillo volvimos a pedalear rápido con miedo a llegar de noche a El Galpón. Llegamos con un poquito de luz por una ruta que de nuevo había perdido la banquina. Pensábamos acampar en el camping municipal pero hablando con la gente nos dijo que había bomberos o que podíamos ir a hablar con la policía. Éstos nos recomendaron pasar la noche en el polideportivo municipal y allí nos admitieron y pudimos cocinar, acampar y tomar una buena ducha caliente.

Pasamos por la planta de nitrato amonio de la empresa de explosivos Austin Powder. Por varios años los habitantes llevan protestando para expulsar Austin de sus tierras por miedo de la contaminación y de explosiones
9 mayo, 2017