Colônia Witmarsum
Uma forma diferente de passar o carnaval
Para salir de Curitiba y llegar hasta la colonia Witmarsum tomamos la BR-277. En total, teníamos por delante 64 km. Salimos bastante temprano con una temperatura agradable por fin.A pesar de ser una carretera con un arcén bien amplio la mayor parte del tiempo, tiene trozos en que desaparece y debido al tráfico de camiones resulta un poco peligroso y molesto por el ruido y humo.
Para llegar a la colonia Witmarsum hay que dejar la BR-277 y tomar una carretera tranquila con un paisaje que nos recordaba el de España y Portugal, con prados y campos de maíz, pinos, eucaliptos y algún roble. También vimos el pino de paraná, un tipo de conífera comun por esta región, que forma parte de uno de los biomas de mata atlántica, concentrado en la región sur de Brasil. El pino de Paraná (Araucaria angustifolia) es la especie característica de este bioma y se encuentra en peligro crítico.
En Witmarsum fuimos hasta el museo donde nos vino a buscar Ricardo, nuestro anfitrión de warmshowers. En el museo aprendimos un poco la historia de su pueblo. Son una comunidad de 1.800 personas fundada a mitad de siglo XX, cuando tuvieron que huir de Rusia por ser anabaptistas (menonitas) y pacifistas fruto de la persecución soviética.
No todas las familias se instalaron en Witmarsum, otras lo hicieron en Santa Catarina y Uruguay. Los lácteos son el elemento fundamental de su economía y pagan sus propios impuestos para dotarse de una escuela, buenas carreteras y un hospital, que tuvo que reconvertirse en residencia por falta de enfermos.
Quedamos dos días en casa de Ricardo y Denise, casados hace un mes, y hemos sido los primeros en ser recibidos en su casa. Gracias a ellos descubrimos que hablan plautdietsche, un idioma que se remonta a comunidades campesinas de Holanda y que sobrevive porque se transmite de padres a hijos. Con la madre de Ricardo también aprendimos una nueva receta, el Pirschtchi, para ver la receta clickar aquí.
Conocimos y comimos varias plantas y frutos y disfrutamos de un paseo por la montaña y de la tranquilidad de una vila colonial.