Clorinda – Formosa

Enfrentamos los 123 km del día saliendo antes de la salida del sol. Sobre las 6.15 h ya estábamos pedaleando por las calles de Clorinda evitando la jauría de perros que había por todos lados. Llegamos a la Ruta 11 que nos conduciría hasta la ciudad de Formosa, capital de la provincia del mismo nombre. Esta carretera no tiene arcén pero al ser viernes santo tenía muy poco tráfico y además los conductores argentinos son muy respetuosos con los ciclistas y la gran mayoría se va incluso al carril contrario para adelantarnos.

Nuestra sorpresa fue ver que toda esta zona de Formosa es un gran humedal y un paraíso para los ornitólogos. Tierras inundadas con pastos para ganado, palmeras y centenares de especies de aves, entre ellas: el pirincho, federal, flamencos, cardenales, teros, el ipacaá, lechucas, tucanes, etc. En los múltiples arroyos y esteros –tierras inundadas- hay también jacarés, carpinchos (capibara) y coipos, todos ellos son cazados, así como los pumas y otros felinos más pequeños.

Saliendo de Clorinda, el único pueblo antes de Formosa estaba a casi 100 km, de ahí en adelante con excepción de un puesto policial donde nos avituallaron con comida y agua, no hay nada más. Tras comer seguimos pedaleando hasta Formosa. Es una ciudad bonita y arreglada de casas bajas y plazas con los personajes históricos del pasado reciente argentino: San Martín, el general que llevó Argentina a la independencia en 1810 o Evita Perón la hija del general Perón que dio lugar a una forma de hacer política (el peronismo, la izquierda en Argentina). En Formosa pasamos varios días con Seba, un argentino que pasó 11 años en Catalunya y que tenía muchas ganas de volver a hablar catalán y la verdad que lo habla muy bien.

Seba nos contó algunas particularidades más del peronismo y de la política argentina en una provincia que lleva 25 años con el mismo gobernador, del partido peronista. Seba nos explicó como en Argentina se enseña que hay una única nación porque se olvida de las naciones indígenas, que ahí llaman “originales”, que hay en muchas zonas de Argentina como los Toba (Qom)

Paseamos por la ciudad que tiene una costanera y frontera con el Paraguay, y vimos también la Laguna Oca, a las afueras de la ciudad. Todo es siguiendo la avenida nueve de Julio que pasa de tener casas en calles asfaltadas y un anfitetatro a una zona de villas de gente humilde que vive en condiciones de pobreza en una zona inundable. Compartimos varias comidas con Seba y su familia, incluida su hija pequeña, Irina, un pequeño terremoto. Celebramos la pascua comiendo un asado y hablando del presente y sobre todo pasado de Argentina.