Barra da Guaratiba
Era una montaña que se las traía
El camino desde la Praia do Recreo hasta Barra de Guaratiba es sin duda alguna muy aconsejable. Es un camino en medio de la montaña, en pleno Río, con rampas durísimas de esas que hacen levantar la rueda delantera, si bien el paisaje es brutal. Las playas de Prainha y Grumari son un verdadero paraíso y no muy turísticas. Vale la pena comer un bolo de banana y una agua de coco tal y como nos aconsejó Gustavo.
Ya en la ruta, un chico en moto, cuyo nombre lamentablemente no recordamos quiso ayudarnos ofreciéndonos agua fresca para las próximas subidas y recomendaciones para los próximos quilómetros. Hasta ahora, las personas han sido muy simpáticas y se muestran muy curiosas con nuestro viaje.
Llegando a Barra de Guaratiba, a eso de las 12 h, conseguimos relajarnos un poco de las subidas y beber açaí, el fruto de una palmera silvestre, típico del norte de Brasil, que estaba muy bueno. A eso de las 17 h volvió a llover torrencialmente durante unos 45 minutos inundando las calles. Con el calor que hace en el momento de hacer esta entrada, sobre las 22.30 h, las calles ya están prácticamente secas. Se trata de una zona muy tranquila y totalmente aconsejable para dormir en caso de que pasen por aquí. Ahora bien, ayer era São Sebastiao y era festivo (feriado) para los cariocas. Bueno, pues la forma de pasar el día festivo fue estar junto al mar con música, cervecitas y pescando. Hay muchos pescadores con caña y con redes desde la playa. La música brasileña sí que me está costando un poco más, sobre todo cuando dura toda la noche, pero bueno Brasil bien vale una cumbia.