Argentina, Che
Entramos en la provincia de Misiones, cuyo nombre viene por las misiones jesuíticas
Dejamos atrás la casa de Foz, Brasil y las cataratas de Iguazu. Comenzamos a pedalear tarde, hacia el mediodía. Para entrar a Argentina cruzamos el Río Paraná, frontera natural, del cual nunca vamos a alejarnos mucho. La provincia de Misiones por el oeste hace frontera con Paraguay y ambos países están separados por este río que más abajo se junta con el río Uruguay para formar el río de la plata. Cruzamos las adunas brasileña y argentina sin problemas.
Los primeros kilómetros en Argentina son alrededor del parque de Iguazú. Son unos 8 km sin arcén pero sin mucho tráfico. Llegamos a la intersección con la Ruta 12 que es la que vamos a seguir de ahí en adelante. Seguimos con subidas y bajadas, pero bueno ya con arcén. En los árboles aún vemos algunos tucanes y otras aves.
Cogemos los pocos kilómetros planos de la provincia cerca de la represa del río Urugua-í, mayor obra civil de la provincia y con un fuerte impacto ambiental. Poco a poco se nos hizo de noche. Los últimos kilómetros los hacemos casi a oscuras y llegamos a Wanda, donde nos espera Eduardo, Norma y sus hijos. Nos recibieron con un batido de banana y una charla interesante sobre Wanda y esta región de Misiones. Según una leyenda, Wanda era el nombre de una princesa polaca que no quiso casarse en un matrimonio acordado y se suicidó. Leyenda aparte, Wanda es una ciudad de unos 30.000 habitantes con fuerte peso de migración polaca. Toda la provincia de Misiones es una región que fue comprada por distintos propietarios europeos y fue vendida a personas que buscaban empezar una nueva vida en América. Al llegar a través del río Paraná se encontraron que habían comprado selva.
Eduardo nos comenta que todo lo que hoy son cultivos de soja y maíz era mata atlántica que llegaba hasta Asunción, la capital de Paraguay. También nos explica que las tres provincias de esta región noreste de Argentina –Misiones, Corrientes y Entrerrios- se encuentran todas ellas entre dos ríos, el Paraná y el Uruguay.
Toda esta región era donde se ubicaban las misiones jesuíticas tanto en Paraguay, Argentina como en Rio Grande do Sul (Brasil). Entre Paraguay y Argentina son 30 misiones, siendo la mayor la de San Ignacio en Argentina. Eduardo nos habló de los cazadores de guaraníes, los bandeirantes portugueses, y como los jesuitas apoyaban a los guaraníes hasta el punto de producirse una batalla naval entre bandeirantes contra guaranís y jesuitas, la batalla de Mbororé en 1641.