Areguá

A camino de la primera experiencia de voluntariado en América Latina, una huerta de frutas, verduras y plantas medicinales

Nos despedimos con pesar de Hugo y de Fátima para seguir nuestro camino. Íbamos de camino a nuestra primera experiencia de voluntariado que descubrimos a través de la página workaway, por la que se cambia estadía y alimentación por trabajo en cualquier parte del mundo.

Nuestro voluntariado pasaba por ayudar en una huerta de productos biológicos, sin pesticidas ni herbicidas. A cambio de trabajo por la mañana recibíamos alojamiento, alimentación y nuevos aprendizajes, sobre todo de plantas medicinales.

A casa de Hugo está rodeada de cerros (montanhas), como o de Santo Tomás, Cerro Peró (Cerro Pelado), Cerro Hü (Cerro Negro) y el Cerro Mba’e (Porteño)

De este modo, dejamos atrás nuestro querido Rancho Ibiza y de nuevo a la ruta 1. Tras unos 30 km tomamos un desvío hacia la ruta 2, que une Ciudad del Este con la capital, Asunción, ciudad fundada en 1537. Por la ruta 1 seguimos disfrutando de arcén pero para llegar a la ruta 2 afrontamos 7 km sin arcén y bastante tráfico de camiones y coches. En este camino aprovechamos para comer. En Paraguay la carne es dogma, sobre todo la de vaca, y es difícil encontrar un lugar donde te ofrezcan algo distinto. Incluso si pides alguna comida sin carne, te ofrecen pollo, pues tanto en Paraguay como Argentina, la gente no piensa en el pollo como carne. Finalmente tras intentar no comer carne en 4 comedores (restaurantes) comimos pollo asado con mandioca -que en Paraguay substituye al pan que no se consume tanto- por 15.000 guaraníes los dos (2,81 euros). La comida es muy barata en Paraguay. El mejor sitio donde comimos fue en Trinidad, donde el plato nos salía por solo 10.000 guaraníes por persona (1,87 €).

Aprovechamos que hablamos del precio de las comidas para comentar un poco como fueron las comidas en Argentina y Brasil. En Brasil lo más económico es el «marmitex» o marmita que suele incluir arroz, judías, algo de carne, farofa, un poco de ensalada y algún tipo de pasta. Las marmitas más baratas las comimos por 8 reales (2,7 €). En lo poco que llevamos recorrido de Argentina también encontramos comida económica en Misiones, lo que llaman «tenedor libre» (buffet) por solo 65 pesos (3,94 €). De modo que el precio de la comida no es excusa para no pedalear por unos cuantos km más.

Algunos de los autobuses que fuimos encontrando por el camino, tan antiguos como bonitos y todos diferentes. No encontramos dos autobuses iguales

Al llegar a la ruta 2, a 20 km de Asunción, el tránsito era más intenso y más caótico. Esto fue algo nuevo para nosotros en Paraguay ya que por la ruta 1 fuimos casi siempre sin tráfico. Fueron ocho km hasta el desvío para Areguá, donde el camino se volvió de nuevo más tranquilo. En esta parte del camino, ya cerca de Asunción pudimos ver por primera vez en Paraguay, signos de pobreza y nos hablaron de las “vilas” lo que serían las favelas brasileñas, con el mismo problema de drogas que algunas ciudades brasileñas.

Así llegamos a nuestro destino, que se localiza a 5 km de la ciudad de Areguá en donde vamos a pasar una semana.

Desde la llegada de los españoles en el siglo XVI que la carne de vaca es muy apreciada y consumida por los paraguayos, más que cualquier otra
3 abril, 2017