Adiós a las islas y a los mosquitos (por ahora)
Día de descanso en casa de Queila en Paranaguá

Dejamos las islas y volvemos al continente brasileño a bordo del Megatron II (25 reales por persona), en un viaje de dos horas y media hasta la ciudad de Paranaguá. Lo más destacado de esta ciudad es su puerto, el primero de Brasil en cuanto al comercio de granos y el cuarto del mundo, sobre todo de soja. Llegando a la ciudad vimos muchos barcos mercantes en un paisaje de manglares que esperamos pueda conservarse y no sufra ninguna catástrofe ambiental por culpa de esos barcos gigantes.
Nuestro día fue básicamente de descanso. Nos recibió Queila (couchsurfing) y pasamos gran parte del día en el sofá, durmiendo plácidamente y sin la plaga de mosquitos que nos atormentó en las islas. También aprovechamos para limpiar las bicis de la sal y arena y, organizamos la ruta de los próximos días.
Queila trabajó todo el día pero pudimos compartir la cena de la noche disfrutando de un buen vino chileno, porque tal y como nos dijo el vino brasileño es bastante ruin.