Guaraniaçu

Bus, bici y una tarantula

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Dimos un respiro a nuestro cuerpo y cogimos un bus hasta Guaraniaçu, con lo que no tuvimos que madrugar y nos ahorramos 60 km muy duros. El bus nos dejó en Guaraniaçu sobre las 5 de la tarde y, de ahí, pedaleamos 15 km hasta el puesto de gasolina Madelar que nos había recomendado William de Cantagalo.

De esos 15 km destacar la tarántula que vimos y que ha sorprendido bastante a las personas de por aquí, que no esperaban tener una tan cerca.

Dormir en los puestos de gasolina es una opción recurrente entre los cicloviajeros, al ser sitios tranquilos con baño. Nos recibió Lennon, amigo de William, y más tarde llegó su madre Eva que nos preparo un bikini y también el desayuno del día siguiente, ¡todo un lujo!

7 marzo, 2017