En Peruíbe con Marcos, Magda y Lola

Qué casual, que casualmente pasan tantas casualidades (Groucho Marx)

Volvimos a nuestro horario normal de levantarnos temprano y dejar atrás el sol que torrefacta. En dos horas ya habíamos cubierto los 28 km que separan Praia do Sonho de Peruíbe. Allí paramos en un taller de bicicletas para que hiciera una revisión pues ya llevan más de 700 km y no les habíamos puesto ni aceite… Por 15 reales las bicicletas como nuevas, así que os recomendamos no ir a empresas grandes y aprovechar las tiendas locales para hacer las compras.Después paramos en un bar para actualizar internet. Una vez más la suerte nos sonrió. En el bar conocimos a Edilson y a Marcos. Edilson, el dueño, nos invitó a pan de queso, cafés y agua.

Y Marcos empatizó mucho con nuestro viaje que le trajo recuerdos de su viaje en motocicleta por Sudamérica con su mujer Magda. Así que nos invitó a comer en su casa donde también conocimos a su hija, Lola, la princesa de la casa.Comida casera muy buena, arroz con judías y ensalada de almeirão. Pero no solo comimos una vez, al final nos quedamos a dormir y no un día sino dos. De nuevo la frase “fica à vontade” es la protagonista de nuestra estancia con ellos, una familia atípica en muchos aspectos para lo que es lo normal en Brasil, sobre todo a nivel religioso.

Almeirão

 

Aprendimos más cosas de Brasil, difíciles de resumir aquí: por ejemplo las ventajas de fundar una iglesia pues evitas pagar impuestos, el funcionamiento interno de una favela con traficantes y milicianos (mafiosos) o el hecho de que hay algunas religiones donde los sacerdotes venden plazas en el cielo y la gente lo compra. Además descubrimos que Brasil no solo tiene muchos tipos de plátano, sino también de naranjas (laranjas) y varias de ellas son verdes como la laranja-lima bastante dulce. Probamos también un licor casero llamado pinga (aguardiente de caña) macerado con la hoja de la Cataia, un árbol típico de esta región. Aprendimos como combatir mosquitos sin químicos además de la citronela que ya nos habían hablado. Se trata del extracto de Propolis, un repelente que es un extracto a partir de la colmena de las abejas que al mismo tiempo refuerza el sistema inmunitario.

Laranja-lima

También supiimos por ellos que los indígenas de aquí están muy contaminados por la civilización. Aún así perduran los nombres de las localidades, en lengua tupi-guaraní. Peruíbe quiere decir “tierra de peces grandes” o Itanhaém “piedra que llora”.

En resumen han sido dos días geniales para seguir conociendo Brasil en el día a día con una familia encantadora. Y como colosal el aire de aquí es considerado de los mejores del mundo, justo al lado de uno de los mayores reductos de mata atlántica que quedan en el país.

 

 

Nuestra estadia con ellos no termina aquí. Al final del día, nos propusieron quedar el resto de semana en su casa y aprovechar para conocer São Paulo el fin de semana, en casa de la madre de Marcos. De modo que aprovechamos para conocer esta metrópolis y dejamos el viaje en pausa hasta la semana que viene.

6 febrero, 2017